Autoridades de Estados Unidos anunciaron la incautación de 13 mil barriles que contenían 300 mil kilogramos de precursores químicos destinados al Cártel de Sinaloa. El cargamento salió de Shanghái, China, y tenía como destino final México.
La fiscal del distrito de Columbia, Jeanine Pirro, informó que se trata de la mayor incautación de este tipo en la historia del país, realizada en una operación marítima la semana pasada. Los químicos, entre ellos alcohol bencílico y N-metilformamida, habrían servido para producir hasta 189 mil kilos de metanfetamina, con un valor estimado en 569 millones de dólares en las calles de Houston, según detalló el director interino de ICE, Todd Lyons.
Los contenedores fueron interceptados en alta mar y trasladados con apoyo internacional desde Panamá hasta el puerto de Houston. Pirro destacó que esta acción se logró luego de que el presidente Donald Trump y el secretario de Estado Marco Rubio declararan al Cártel de Sinaloa como organización terrorista extranjera, lo que amplió las facultades de las agencias federales para rastrear insumos antes de su ingreso al país.
En paralelo, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro sancionó a la empresa china Guangzhou Tengyue, así como a sus representantes Huang Xiaojun y Huang Zhanpeng, acusados de coordinar los envíos. El FBI también presentó cargos penales en su contra.
Las autoridades subrayaron que la crisis de sobredosis de opioides sigue siendo la principal causa de muerte entre estadounidenses de 18 a 45 años. En este contexto, empresas chinas son señaladas como la principal fuente de precursores del fentanilo y otras drogas sintéticas que, a través de México, llegan al mercado estadounidense.
