
Durante su participación en el foro “Estudiantes del 68”, organizado por la Escuela de Formación por la Paz y la Democracia en el Senado de la República, el legislador Gerardo Fernández Noroña protagonizó un momento de tensión al abordar el tema de la violencia de género. Aunque comenzó su intervención reconociendo la necesidad de erradicar la violencia contra las mujeres —lo que generó aplausos del público—, sus declaraciones posteriores, en las que comparó la violencia sexual sufrida por mujeres y hombres, fueron criticadas por los asistentes.
El momento más polémico ocurrió cuando el senador cuestionó al público: “¿A quién lo ha violado una mujer?”, sugiriendo que estos casos son excepcionales. Esta afirmación provocó la respuesta inmediata de estudiantes que señalaron que no se puede generalizar ni minimizar las experiencias de las víctimas. Al tratar de justificar su postura, Noroña argumentó que, por su contexto personal y generación, nunca denunciaría una agresión sexual por parte de una mujer, lo que fue interpretado como una trivialización del problema, especialmente en un foro académico y juvenil.
Organizaciones especializadas, como el Centro contra la Violencia Sexual y Familiar (CASFV), han señalado que uno de los principales obstáculos para que hombres y niños denuncien agresiones sexuales es justamente el estigma social y la falta de credibilidad. Las declaraciones del legislador han generado críticas en redes sociales, donde usuarios consideran que sus expresiones refuerzan prejuicios y estereotipos que dificultan el acceso a la justicia para todas las víctimas, sin distinción de género. La polémica ha reabierto el debate sobre la responsabilidad que tienen las figuras públicas al abordar temas tan delicados como la violencia sexual.


