
El periodista Martín Arellano Solorio falleció la madrugada del viernes 5 de septiembre en Mazatlán, Sinaloa, luego de presentar síntomas de un posible infarto y solicitar ayuda médica urgente a través de redes sociales. Desde horas antes, el comunicador había utilizado su cuenta en X (antes Twitter) para pedir atención inmediata del IMSS, sin lograr una respuesta oportuna, por lo que fue trasladado por sus propios medios a la Cruz Roja.
Ya en la institución, Arellano denunció las deficiencias del sistema de salud y posteriormente fue referido al Hospital General de Zona No. 3 del IMSS en Mazatlán, donde ingresó con signos de insuficiencia cardiaca y renal crónica. A pesar de recibir tratamiento médico, su condición se agravó. Sufrió una serie de complicaciones que culminaron en un segundo paro cardiorrespiratorio, sin respuesta a las maniobras de reanimación, falleciendo a las 2:25 horas del viernes.
El IMSS emitió un comunicado lamentando el fallecimiento y asegurando que el periodista recibió atención especializada conforme a las guías clínicas. Sin embargo, su muerte ha generado críticas en redes sociales y entre colegas del gremio periodístico, quienes recordaron su trayectoria, su compromiso profesional y su activa denuncia de fallas institucionales, incluso en sus últimas horas de vida.

