Lo que brilla son las generaciones que supuestamente cargarán con el futuro de México… claro, siempre y cuando no se tropiecen antes con su propio ego y dejen de ser esos “angelitos” que sus papás pintan como “santos” mientras en la escuela parecen
“diablos”con conexión a Wi-Fi.
Lo que huele es el humo barato de los vapeadores y cigarros electrónicos: la moda “cool” que viene en sabores a mango, menta o cáncer lento, que los chavos consumen como si fueran dulces, sin darse cuenta que se están rifando la tumba en pagos chiquitos.
Lo que apesta es que aunque ya hay muertes y enfermedades confirmadas, en la cabeza de muchos es más importante la pachanga. Creen que son invencibles, hasta que la tos no los deja dormir pero, tranquilos porque “eso pasa en el futuro”, cuando en realidad el futuro ya lo traen adentro de los pulmones.



