
Bajo el sol abrasador de Iztapalapa, Doña Alicia Mateos, de 50 años, caminaba por la Calzada Ignacio Zaragoza con su nieta de dos años en brazos, sin sospechar que el destino la pondrĂa a prueba como a pocos. A las 14:07 del 10 de septiembre de 2025, una pipa de gas LP, cargada con 49,500 litros, volcĂł bajo el Puente de la Concordia, desatando una fuga que se convirtiĂł en una bola de fuego de 30 metros. Doña Alicia, con el instinto feroz de una abuela protectora, corriĂł para salvar a su pequeña, entregándola a salvo antes de que las llamas consumieran el 90% de su cuerpo. Hoy, lucha por su vida en un hospital, mientras Ciudad Juárez, cuna de la empresa detrás de esta tragedia, observa con el corazĂłn en un puño. Porque en esta frontera, donde el rugido de la maquila es el latido econĂłmico, la explosiĂłn en Iztapalapa no es solo una noticia lejana: es una advertencia de lo que podrĂa pasar aquĂ. ¡QuĂ© tragedia tan evitable, ojalá las autoridades aprieten las tuercas a estas empresas!
La pipa pertenecĂa a Transportadora Silza, filial de Grupo Tomza, el coloso del gas LP con sede en Juárez, que maneja el 9% del mercado nacional desde sus 101 plantas y terminales. El vehĂculo, que cargĂł en la Terminal MarĂtima Gas Tomza, volcĂł –quizá por exceso de velocidad o fallas mecánicas– y desatĂł un infierno que dejĂł 8 muertos, incluido el chofer en estado grave, y más de 90 heridos, 20 en condiciĂłn crĂtica con quemaduras severas.
La FiscalĂa de la CDMX y la Agencia de Seguridad, EnergĂa y Ambiente (ASEA) investigan, pero el golpe más duro llegĂł con una verdad incĂłmoda: Silza operaba sin seguro vigente. Sin pĂłlizas de responsabilidad civil ni daño ambiental, segĂşn la ASEA, cuya Ăşltima cobertura registrada venciĂł en junio de 2025, con una renovaciĂłn rechazada. Las familias de las vĂctimas, como la de Doña Alicia, enfrentan un viacrucis para obtener justicia, mientras Semarnat promete sanciones que, en MĂ©xico, suelen ser más promesa que realidad.
Pero en Juárez, una ciudad que vive de la maquila y donde 3,500 tráilers cruzan diario las garitas, las consecuencias de este desastre resuenan como una alarma. AquĂ, donde las exportaciones a EE.UU. crecieron 6.5% en 2024, la logĂstica es el oxĂgeno de la economĂa. Un accidente similar en una arteria como el bulevar Zaragoza o la Panamericana podrĂa paralizar la cadena de suministro, frenar maquilas que generan 75 mil millones de dĂłlares al año y ahuyentar inversiones en un momento donde el nearshoring es la apuesta.
ÂżY los planes de evacuaciĂłn? Existen, sĂ, pero son más teorĂa que práctica: rutas exclusivas para materiales peligrosos, como las señaladas por la SecretarĂa de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, suelen ser ignoradas por falta de vigilancia. Los residuos peligrosos, regulados por la Norma Oficial Mexicana NOM-052, requieren contenedores y protocolos estrictos, pero Âżcuántas empresas como Silza los cumplen al pie de la letra?
Si esta explosiĂłn hubiera ocurrido en Juárez, el caos serĂa dantesco: imaginen la Av. TecnolĂłgico colapsada, con maquilas detenidas, hospitales saturados y una ciudad de 1.7 millones sin rutas de escape efectivas.
Tomza, ya multada en 2022 por 2,414 millones por prácticas monopĂłlicas, pone en riesgo la confianza en una industria clave para Chihuahua. Un escándalo asĂ podrĂa desencadenar auditorĂas locales, clausuras temporales y un golpe a los empleos que dependen del gas LP.
Juárez, la pipa de Iztapalapa es un recordatorio de que las tragedias evitables no respetan fronteras. Doña Alicia nos enseñó que el heroĂsmo nace en el caos, pero tambiĂ©n que la negligencia mata.
Que las autoridades aprieten las tuercas a Tomza y a todas las empresas que juegan con fuego, porque en esta frontera maquiladora, un descuido puede apagar más que una pipa: puede apagar el futuro.