
La trágica muerte de Paloma Nicole, una menor de 14 años, ha desatado una controversia que pone en el ojo del huracán a una clínica de cirugía estética en Durango y a la legislación mexicana. Lo que comenzó como un supuesto viaje a la “sierra”, terminó en una investigación por homicidio culposo y omisión de cuidados.
Según el relato de su padre, Carlos Arellano, la joven fue sometida a una cirugía estética presuntamente sin su consentimiento, solo con la autorización de la madre. El padre asegura que, con el pretexto de un viaje, la madre se llevó a la menor. El 15 de septiembre, la madre le informó a Carlos Arellano que su hija estaba en estado delicado y hospitalizada. Al llegar, el padre la encontró intubada e inducida en coma. Paloma Nicole falleció el 20 de septiembre, después de que una inflamación cerebral fue confirmada.
Al recibir el certificado de defunción, el padre recordó haber visto un “corpiño quirúrgico” en el cuerpo de su hija en el hospital. Ya en el funeral, la familia revisó el cuerpo y encontró implantes. Ante el hallazgo, el padre acudió a la Fiscalía General del Estado de Durango para denunciar el caso y solicitar una necropsia. El padre asegura que el hospital entregó el certificado de defunción con prontitud, insinuando una posible intención de ocultar el procedimiento.
La fiscal de Durango, Sonia Yadira de la Garza, anunció que se inició una investigación por la muerte de Paloma Nicole. Se le investiga a la madre por “omisión de cuidados, al poner en riesgo a una menor de edad que está bajo su custodia”, y al médico por “posible homicidio culposo por mala praxis y una responsabilidad médica”. La fiscalía también tiene en su poder el tema del consentimiento de los progenitores.
La Fiscalía y el Secretario de Salud, Moisés Nájera, y el titular de la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios, Saúl Fernández Saracho, coinciden en que el dictamen final de la necropsia puede tardar entre 14 y 20 días. La razón es que se requieren “estudios de tejido y células” a nivel microscópico para determinar la causa “fidedigna de la muerte”. Por ahora, confirman que la clínica donde se realizó el procedimiento “es de reciente creación, pero cuenta con los permisos necesarios” y que el personal, incluyendo el cirujano plástico, está certificado.
El titular de la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios expuso un dato alarmante: “en la ley no se encuentra establecido que para operar a una menor de edad se deba de contar con el consentimiento de uno de los padres, pero ya es un tema facultad de la Fiscalía General del Estado de Durango”. Ante la revelación de este vacío legal, Ernesto Alanís, presidente de la Junta de Coordinación Política en el parlamento local, declaró que, “tras la lamentable muerte de Paloma Nicole, se debe de analizar el marco legal si se permite o no que una menor de edad se realice este tipo de intervenciones quirúrgicas”. El objetivo es evitar que más muertes como la de la joven de 14 años se repitan.
El caso de Paloma Nicole no solo expone un posible caso de negligencia médica y omisión de cuidados, sino que también subraya una falla en el sistema legal que podría poner en riesgo a otros menores. Se espera que la necropsia y la investigación de la Fiscalía de Durango arrojen la luz definitiva sobre esta tragedia.