La movilización por el onceavo aniversario del Caso Ayotzinapa se llevó a cabo este viernes en la Ciudad de México, donde familiares, normalistas y al menos 15 organizaciones sociales y estudiantiles se congregaron para exigir verdad y justicia. La marcha inició después de las 17:00 horas, partiendo desde el Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino.
La principal demanda de los padres de los 43 es que el Ejército Mexicano entregue los 800 folios que mantiene en sus archivos, considerados fundamentales para esclarecer los hechos. Además, exigen la extradición de exfuncionarios clave y el análisis de la telefonía celular, ya que algunos dispositivos de los normalistas siguieron activos después de los ataques. El contexto del caso sigue siendo el de una impunidad estructural, con investigaciones que, a 11 años, siguen estancadas.
El avance de la movilización, que se dio bajo la lluvia en Paseo de la Reforma, registró pintas en inmuebles y la quema de una puerta de lámina de la Secretaría de Bienestar. Sin embargo, el mayor incidente de violencia se concentró cerca del Zócalo, donde un grupo de aproximadamente 130 personas encapuchadas, ajenas a la organización principal, lanzó petardos y cohetes contra las vallas que resguardaban la vialidad. Este grupo también saqueó una tienda de conveniencia Circle K, lanzando mercancía.
Tras la llegada de los manifestantes al Zócalo, los padres y madres de los normalistas realizaron un mitin, en el que acusaron a las autoridades capitalinas de haber cerrado las principales entradas a la Plaza de la Constitución para impedir la instalación de un templete. La movilización concluyó con el canto del himno “Venceremos”.
El gobierno de la Ciudad de México reportó que la marcha se registró con saldo blanco en cuanto a personas lesionadas, y que la participación fue de 4 mil personas según cifras oficiales. El operativo de seguridad desplegó a 500 elementos de la Policía Metropolitana para resguardar la zona.
