La situación en el asentamiento tarahumara de Sierra Azul, al sur de la ciudad de Chihuahua, se ha tornado crítica luego de que dos personas perdieran la vida a consecuencia de mordeduras de garrapatas, mientras que una menor de edad permanece enferma por el mismo motivo, lo que mantiene en alerta a toda la comunidad.
De acuerdo con los habitantes del lugar, el gobernador tradicional del asentamiento, identificado como Ramón, falleció la semana pasada tras sufrir complicaciones derivadas de la picadura de una garrapata infectada.
Trágicamente, Heidy, una niña de apenas 4 años de edad que vivía en el mismo domicilio, también fue atacada por el insecto y perdió la vida el pasado domingo.
En las últimas horas, otra niña ha presentado síntomas graves, presuntamente relacionados con una nueva picadura, lo que eleva la preocupación entre las familias rarámuris que habitan esta comunidad.
Los pobladores señalan que, ante la emergencia, la gobernadora del asentamiento acudió a solicitar apoyo tanto al Municipio de Chihuahua como al Gobierno del Estado, sin embargo, le solicitaron esperar su turno y presentar un oficio formal, pese a la gravedad de la situación.
“Ya van dos personas que mueren y otra niña enferma. No queremos esperar a que haya más víctimas”, expresaron con angustia los habitantes de Sierra Azul, quienes temen que la plaga se extienda aún más si no se actúa de inmediato.
El brote de garrapatas representa un riesgo de salud pública urgente, ya que se estima que alrededor de 80 personas —entre niños, adultos y personas mayores— están expuestas al peligro. Los vecinos explican que los insectos ingresan a las viviendas por sí solos, alojándose en las paredes y camas, y atacando a los habitantes durante la noche.
