Los presos palestinos liberados por Israel este lunes 13 de octubre, en virtud de la tregua en Medio Oriente, se reencontraron con sus familias en medio de una marea humana que los acogió tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza. Los excarcelados fueron recibidos con euforia por una multitud tan numerosa que les costó descender del autobús que los transportaba desde las cárceles israelíes hasta la ciudad de Ramala, en Cisjordania.
“Es un sentimiento indescriptible, como volver a nacer”, declaró Mahdi Ramadan, uno de los liberados, flanqueado por sus padres. La muchedumbre coreó Allahu akbar (“Dios es el más grande”) en señal de celebración. En la ciudad de Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza, los reos también fueron recibidos en medio de vítores, arrodillándose algunos para besar el suelo al bajar de los autobuses.
Entre los palestinos liberados, en el marco de la primera fase del plan para poner fin a la guerra, se encuentran 250 detenidos por motivos de seguridad, incluidos condenados por matar a israelíes, así como unos mil 700 palestinos arrestados por el ejército israelí en Gaza. Israel accedió a liberarlos a cambio de la entrega de los rehenes que siguen con vida en la Franja de Gaza.
La emoción marcó el reencuentro de muchas familias. Para Nur Sufan, de 27 años, la liberación significó ver por primera vez a su papá, Musa, quien fue encarcelado unos meses después de su nacimiento. A pesar de las restricciones, muchos familiares llegaron desde todas partes de Cisjordania. “Volver a casa, a nuestra tierra, vale todo el oro del mundo”, dijo uno de los detenidos liberados, Samer al Halabiyeh.
