Francia.- La corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, sustraída durante el espectacular robo ocurrido en el Museo del Louvre, fue localizada dañada en las inmediaciones del recinto. La joya imperial, del siglo XIX, está compuesta por más de 1,300 diamantes y medio centenar de esmeraldas, y es considerada una de las piezas más representativas del legado histórico de la Corona de Francia.
El asalto, calificado por autoridades francesas como “de una gravedad excepcional”, fue ejecutado en tan solo siete minutos por al menos cuatro delincuentes que ingresaron a la Galería de Apolo utilizando una plataforma elevadora. Además de la corona de Eugenia, se confirmó el robo de otras joyas pertenecientes a Napoleón Bonaparte y la emperatriz Josefina. El Louvre fue cerrado por 24 horas para permitir la recolección de pruebas por parte de la Policía Nacional y la Fiscalía de París.
El robo ha vuelto a exponer las fallas estructurales y de seguridad del museo más visitado del mundo, que ya había sido objeto de advertencias por deterioro en sus instalaciones. Aunque el presidente Emmanuel Macron anunció recientemente un plan de renovación multimillonario, el asalto reabre el debate sobre la vulnerabilidad del patrimonio cultural europeo y el creciente mercado negro del arte.
