
Ante una próxima reforma electoral y la incertidumbre de lo que ocurrirá con el Instituto Nacional Electoral (INE), casi mil empleados del instituto con más de 10 años de antigüedad solicitaron su retiro voluntario para diciembre de este año. Este número sin precedentes obligó al Instituto a triplicar la bolsa que había destinado, en principio, para el finiquito de los empleados que decidieran acogerse a este programa.
La cifra de retiros se disparó notablemente a casi 400 trabajadores en 2018 ante el triunfo de Morena en la presidencia de la república, siendo esta nueva cifra la más alta registrada en la historia reciente del organismo. El pasado 17 de octubre, la Junta General Ejecutiva sesionó para ampliar el recurso del programa a 350 millones de pesos, tomados del Fideicomiso para el pasivo laboral. Esto ocurre en un momento en que Morena ha querido obligar al instituto a entregar dicho Fideicomiso a la Tesorería de la Federación, lo que genera aún más tensión.
En este contexto, la Consejera Presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, encabezó una histórica reunión de trabajo con la representatividad de 58 partidos políticos locales de diversas entidades del país. El propósito fue abrir un espacio de diálogo institucional y escuchar directamente las propuestas y planteamientos de las fuerzas políticas locales que contribuyen a la construcción de la democracia mexicana.
Taddei Zavala subrayó que “la democracia se vive desde lo local hacia lo nacional” y destacó que, si bien el Instituto no participa directamente en los trabajos de la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral, los planteamientos de los partidos locales constituyen “un insumo fundamental e irrenunciable” para enriquecer los análisis técnicos y las evaluaciones institucionales que realiza este órgano autónomo. El INE reafirmó así su vocación de puertas abiertas y escucha activa.