
H. Cd. De Chihuahua – En el entramado del transporte público de la capital, los llamados “hilos urbanos” las rutas alimentadoras que conectan colonias con el sistema Bowí enfrentan una crisis de continuidad que afecta directamente a miles de usuarios.
Más allá de los vehículos y los recorridos, el verdadero reto está en la voluntad de quienes operan estas rutas. Según líderes del sector, como Wero Lozoya, la falta de compromiso de algunos concesionarios ha generado vacíos en el servicio, provocando esperas prolongadas y desconfianza entre la ciudadanía.
“Hay operadores que simplemente no salen a trabajar, y eso rompe el tejido de movilidad que tanto nos ha costado construir”, señaló Lozoya. “No podemos permitir que unos cuantos desacrediten el esfuerzo de todo el gremio”.
La propuesta sobre la mesa es clara: revisar los permisos de quienes incumplen sistemáticamente y abrir espacio a nuevos concesionarios con vocación de servicio. “La movilidad no puede depender de voluntades intermitentes. Chihuahua merece un transporte confiable, todos los días”, agregó.
Vecinos de zonas como el Circuito de Convalecencia han reportado esperas de más de una hora, especialmente los fines de semana, lo que ha encendido el llamado ciudadano a una reestructuración profunda del sistema alimentador.


