
H. Cd. de Chihuahua.- La convocatoria para dirigir la Auditoría Superior del Estado apenas logró dos aspirantes, reflejo del desgaste institucional y de la presión política que rodea al organismo encargado de revisar el uso del dinero público.
Fuentes internas señalaron que el bajo interés responde al clima de tensión que implica asumir el puesto, debido a auditorías pendientes y decisiones controvertidas en los últimos años.
Ambos perfiles fueron evaluados por la Comisión de Fiscalización, que analizará su independencia, experiencia y capacidad para resistir presiones externas mientras cumplen con las responsabilidades del cargo.
Pese al desánimo, el Congreso afirmó que el proceso continuará conforme a los lineamientos, garantizando que el nuevo titular sea elegido con base en criterios de transparencia y mérito profesional.


