
H. Cd. de Chihuahua.- ¡Bravo! El nieto de Capulina nos regala la joya que nadie pidió: una figurita artesanal que promete “mantener viva la nostalgia”. Porque, claro, todos hemos pasado noches de insomnio pensando: “Ojalá tuviera un muñeco con sombrero y saco desmontables del Gran Comediante”. La humanidad estaba incompleta sin este ícono de la artesanía inútil.
La “magia” de lo hecho a mano nos transporta directamente a la emoción de perder piezas en dos días. Nada dice homenaje como un sombrero que se despega solo y un saco que desaparece misteriosamente. Ahora puedes experimentar la frustración de armar un rompecabezas mientras lloras por la comedia que realmente hizo reír a generaciones. Ingenioso, ¿no?
Y todo esto por la módica suma de 590 pesos. Sí, amigos, nostalgia con sobreprecio: un recordatorio de que los recuerdos de infancia pueden ser empaquetados, vendidos y cobrados como cualquier otro lujo absurdo. Gracias, nieto de Capulina, por enseñarnos que el humor eterno ahora se mide en pesos y en piezas que no duran ni un chiste.


