H. Cd de Chihuahua.- El entusiasmo por la película encontró resistencia en Lilliput Church of England Infant School, en Poole, Dorset, Inglaterra, donde la institución pidió a los padres que sus hijos no cantaran las canciones de la película dentro del plantel, debido a referencias a demonios que algunos consideran incompatibles con los valores cristianos.
Algunos padres criticaron la medida como censura, mientras que el director interino, Lloyd Allington, defendió la decisión como un acto de respeto hacia quienes se sienten incómodos, sin limitar el disfrute de la película en casa.
A pesar de la controversia, la popularidad de “Las Guerreras del K-Pop” sigue creciendo. Netflix y Sony planean un corto animado y una secuela para 2029, además de expansiones en videojuegos y mercancía oficial. El fenómeno demuestra cómo la animación puede generar debates sociales y religiosos, más allá de su función como entretenimiento.
