
Cuando el campo llama, no hay colores
En medio del pleito nacional por el agua, Alfredo Chávez fue de los pocos que entendió algo básico pero urgente, cuando el campo está en riesgo, no hay colores, solo hay responsabilidad. Y mientras otros diputados siguen calculando costos políticos, él tomó postura y dijo lo que muchos callan, la defensa del agua es la defensa de Chihuahua.
Eso debería ser lo norma pero, lamentablemente no lo es.
Porque si algo ha exhibido esta crisis es que la mayoría de los diputados, sin importar el partido, han sido incapaces de asumir la magnitud del golpe que representa centralizar el control del agua. Se escudan en tecnicismos, guardan silencio para no meterse en problemas o, peor aún, repiten la narrativa del centro del país como si aquí no se produjera gran parte de lo que alimenta a México.
Hoy Chihuahua necesita exactamente eso:
—Diputados que marquen línea.
—Diputados que entiendan que sin agua no hay campo.
—Diputados que dejen el cálculo electoral y cierren filas con los agricultores.
Porque la reforma no es un ajuste administrativo, es una amenaza directa a la producción, a la certidumbre jurídica y al sustento de miles de familias. Y quien no lo quiera ver simplemente no está haciendo su trabajo.
Aquí la pregunta no es quién gana políticamente.
La pregunta es quién está dispuesto a defender a Chihuahua cuando realmente importa.
Y en esta ocasión, Alfredo Chávez sí se colocó del lado correcto.
Ahora falta que todos —TODOS— los diputados, sin distinción de partido, hagan lo mismo.
También deberían hacer lo propio los diputados federales y senadores de todos los partidos. Quien dijo yo?
Porque antes que sus siglas, sus cargos y sus aspiraciones…
primero está Chihuahua.
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¿De dónde salen nuestros datos?
Las encuestas telefónicas volvieron a sonar en Chihuahua y todas dejan la misma duda, ¿quién les dio nuestros números?
El presidente del Ichitaip, Sergio Facio, lo dijo sin rodeos, si un ciudadano sospecha que usaron sus datos sin permiso, eso puede ser motivo de denuncia.
El problema es que nadie aclara el origen de esas bases de datos. Partidos, operadores y empresas se escudan en “eventos”, “registros” o supuestos avisos de privacidad… pero la verdad es que el ciudadano jamás sabe en qué momento entregó su información o quién la compartió.
Y para colmo, estas llamadas se mezclan con extorsiones, fraudes bancarios y mensajes falsos. Todo en el mismo número y sin una sola explicación.
El Ichitaip puede investigar, sí, pero alguien tiene que asumir lo obvio,
nuestros datos se están usando sin control.
La pregunta no es nueva, pero urge contestarla,
¿de dónde demonios salen nuestros datos?
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Los niños felices ¿y los papás qué?
La SEP ya lo hizo oficial, tres semanas completas de vacaciones de invierno.
Los niños, encantados. Los papás… bueno, ellos apenas están procesando la noticia.
Mientras los estudiantes celebran que el último día de clases es el 19 de diciembre y que regresan hasta el 12 de enero, en miles de hogares se escucha el mismo suspiro,
“¿Y ahora quién los va a cuidar?”
Las escuelas descansan.
Los maestros descansan.
Los niños, felices.
Pero papá y mamá siguen con la rutina como siempre.
Y ahí viene el dilema anual, vacaciones sin vacaciones.
Un maratón de horarios, favores, abuelos, tíos, permisos en el trabajo y la eterna pregunta de cada diciembre, ¿cómo le hacemos para que estén seguros, entretenidos y sin destruir la casa?
La SEP anuncia el calendario…
pero la realidad la resuelven los papás.
Los niños tendrán tres semanas de gloria.
Los papás, tres semanas de resistencia.
Porque sí, las fiestas son bonitas…
pero para los adultos, la verdadera cuesta no es en enero.
Empieza el 19 de diciembre.


