
H. Cd. de Chihuahua.- La disciplina marca cada día de los 53 cadetes que se preparan en el Instituto Superior de Seguridad Chihuahua, donde el modelo de proximidad exige perfiles capaces de generar confianza y atención preventiva en las colonias de la capital.
La rutina inicia a las 5 de la mañana con formación, limpieza, aseo y revista de uniforme, seguida de largas jornadas teóricas que abarcan derecho, protocolos policiales, conducción de emergencia y atención a víctimas. Las actividades se extienden hasta después de las 9 de la noche.
El entrenamiento físico forma parte esencial del proceso, acompañado de módulos impartidos por especialistas externos en temas como violencia familiar, género, vulnerabilidad social y correcto uso de la fuerza. La exigencia busca que cada cadete salga con un perfil más humano y profesional.
El plantel cuenta con infraestructura que permite recrear escenarios reales: persecuciones, intervenciones, negociaciones y protocolos de riesgo. Para muchos de los aspirantes, como Aylin Azeneth, el internado representa un sacrificio que vale la pena para servir a la comunidad.



