
En Chihuahua los tambores de guerra polĂtica ya retumban en cada esquina polĂtica, aunque en Juárez el ambiente es más sereno… al menos en apariencia. Pero las señales son claras: la batalla por el 2027 ya comenzĂł y los primeros movimientos están más cerca de una partida de ajedrez que de una campaña tradicional.
Para muestra, la reuniĂłn entre el Consejo Coordinador Empresarial y el alcalde Cruz PĂ©rez CuĂ©llar, encuentro que sellĂł el perdĂłn empresarial tras aquella famosa rechifla del “jueves 13” en el Cibeles. Nada de eso se mencionĂł, por supuesto. En el Courtyard se respirĂł borrĂłn, cuenta nueva y hasta buenos ánimos. Risas, fotografĂas, palmadas, discursos conciliadores… la liturgia clásica de la polĂtica cuando dos grupos deciden que ya no conviene pelear.
Cruz llegĂł acompañado de prácticamente todo su gabinete: Claudia Morales, CĂ©sar Omar Muñoz, Enrique “El Periquito” LicĂłn, JesĂşs Manuel GarcĂa… todos con las carpetas preparadas para presentar proyectos, diagnĂłsticos y promesas de lo que viene para 2026. Desde infraestructura hasta seguridad decembrina, pasando por la redefiniciĂłn de zonas estratĂ©gicas de desarrollo.
Hubo incluso una joya: la empresa que opera el Puente Guadalupe–Tornillo aseguró su disposición para financiar la extensión del bulevar Juan Pablo II. Una idea excelente, aunque por ahora, como tantas otras, solo existe en el reino de lo “posible”.
El cierre fue oro puro. Cruz lanzĂł, como quien no quiere la cosa, su bola rápida: “Imaginen todo esto con un gobernador surgido de Juárez”. Rogelio González Alcocer, presidente del CCE, no solo la bateĂł: la mandĂł a la tribuna con un “tambiĂ©n a nosotros nos gustarĂa que fuera de Juárez”. Y el resto del salĂłn acompañó el coro.
Esa frase, más que un comentario, fue un mensaje. Y no para Juárez, sino para el otro lado del estado, donde un alcalde capitalino ya anda insinuando que el 2027 tiene dueño.
Pero mientras unos hablan de aspiraciones, otros defienden la tierra —literalmente—.
Los agricultores de Chihuahua enviaron una advertencia directa a Palacio Nacional: no hay foros, no hay diálogo y no hay apertura real sobre la reforma a la Ley de Aguas Nacionales. Lo que sà hay es presión social, movilización y una comisión amplia que viaja a San Lázaro no a posar para la foto, sino a exigir correcciones puntuales a una ley que amenaza la viabilidad del campo.
El Gobierno Federal ofrece diálogo… pero fija foros “cercanos” en Zacatecas. Un gesto que demuestra, cuando menos, una torpeza monumental para entender lo que está en juego. Los productores fueron claros: sin agua no hay campo, sin campo no hay producciĂłn, y sin producciĂłn no hay MĂ©xico que coma. Una verdad básica que no deberĂa tener que explicarse, pero aquĂ estamos.
Entre todo esto, Cruz PĂ©rez CuĂ©llar encontrĂł tiempo para señalar al titular de la JMAS, Sergio Nevárez, por el alza acumulada del 17% en el agua potable. “No tiene llenadera”, dijo el alcalde. Y quizá tenga razĂłn. Pero serĂa bueno recordar que en esta misma administraciĂłn municipal tambiĂ©n se incrementĂł el predial. La memoria polĂtica es selectiva por naturaleza; la memoria ciudadana, no tanto.
El tablero está acomodado. Chihuahua capital ya mueve piezas.
Juárez ya lanzó su mensaje.
El campo está en pie de lucha.
Y el agua —como siempre— se convierte en la lĂnea donde chocan los intereses, los egos y las ambiciones.
Si algo quedó claro esta semana es que el 2027 no será una contienda tradicional. Será una batalla entre territorios, entre visiones… y entre memorias que algunos intentan borrar y otros se encargan de recordar.

