
Thomas Markle, padre de Meghan Markle, atraviesa uno de los episodios de salud más delicados de su vida. A sus 81 años, el exdirector de iluminación de televisión fue trasladado de emergencia a un hospital en Filipinas, donde actualmente permanece en la unidad de cuidados intensivos tras someterse a una cirugía urgente.
De acuerdo con su hijo, Thomas Markle Jr., el procedimiento fue apenas el primero de dos intervenciones que requerirá para atender un coágulo de sangre que compromete gravemente su salud. El martes por la noche, Thomas Jr. notó que la condición de su padre empeoraba rápidamente y decidió llevarlo al hospital más cercano. Ahí, tras una serie de estudios, los médicos determinaron que su vida corría un “peligro inminente”.
Ante la gravedad del caso, ambos fueron trasladados en ambulancia con sirenas abiertas hacia un hospital más grande en el centro de la ciudad, donde el equipo médico decidió operar de inmediato. “Mi padre fue intervenido de urgencia. Solo pido que lo mantengan en sus pensamientos y oraciones”, declaró profundamente conmovido al Daily Mail.
La situación no tomó a la familia completamente por sorpresa. Durante años, Thomas Markle ha enfrentado episodios serios que han debilitado de manera considerable su estado general. Según relató su hija mayor, Samantha Markle, el padre de Meghan ha sobrevivido dos infartos, un derrame cerebral, e incluso un terremoto. A ello se suman las secuelas de un derrame sufrido en 2022, el cual lo dejó sin habla durante meses y del que solo recuperó parcialmente su capacidad verbal tras una larga terapia. La salud frágil de Thomas no solo ha estado marcada por enfermedades, sino también por el escrutinio público que enfrentó desde que su hija menor, Meghan Markle, se convirtió en duquesa de Sussex.
El distanciamiento familiar, que inició antes de la boda real en 2018 tras un escándalo con paparazzi, ha añadido una carga emocional que, según Samantha, también ha afectado a su padre. Desde 2018, Meghan y su padre no mantienen una relación cercana. Thomas ha expresado en varias ocasiones su tristeza por el distanciamiento y la falta de comunicación con la duquesa, especialmente después de haberla acompañado durante gran parte de su infancia y financiado su educación universitaria.
En entrevistas recientes, Thomas confesó que su mayor deseo es conocer a sus nietos, Archie y Lilibet, a quienes nunca ha visto. Ante la grave situación actual, Thomas Jr. ha manifestado públicamente su esperanza de que este sea un punto de inflexión para Meghan. “Mi único deseo es que mi hermana muestre compasión hacia nuestro padre. Él está peleando por su vida”, declaró.
Hasta el momento, Meghan Markle no ha emitido declaraciones oficiales sobre el estado de salud de su padre. La actriz y duquesa se encuentra enfocada en el estreno del especial navideño de su programa de Netflix, With Love, Meghan, así como en la promoción de su marca de estilo de vida, As Ever. Por su parte, el príncipe Harry ofreció esta semana un discurso en Canadá, sin pronunciarse sobre la hospitalización de su exsuegro.
Aunque la cirugía inicial fue exitosa, los médicos han indicado que Thomas enfrenta un proceso de recuperación “agotador”, que podría prolongarse por varias semanas, acompañado de una segunda intervención para resolver el coágulo de sangre. Su hijo Thomas Jr., quien se mudó con él a Filipinas a principios de año para evitar la constante atención mediática, permanece a su lado en el hospital.
Por ahora, la familia Markle se mantiene a la espera de la evolución del paciente, con la esperanza de que este nuevo episodio de salud pueda, al mismo tiempo, abrir la puerta a una reconciliación familiar largamente postergada.


