En una jornada marcada por la intensificación de múltiples crisis internacionales, Estados Unidos y Ucrania retomaron en Miami sus negociaciones para un posible marco de paz mientras Rusia lanzó más de 650 drones y medio centenar de misiles contra 29 puntos del país, en paralelo a nuevos ataques ucranianos sobre infraestructuras rusas como la refinería de Riazán. En Gaza, Israel y Hamás aceptaron la primera fase del plan de paz propuesto por Donald Trump pese a que, según autoridades locales, más de 360 palestinos han muerto desde la entrada en vigor del alto el fuego, mientras España defendió en Doha un papel central para la Autoridad Palestina en la reconstrucción del enclave. La tensión regional se amplificó con acusaciones de Siria a Israel por una ofensiva “peligrosa” en el Golán, la muerte de cinco personas en nuevos choques entre talibanes y fuerzas paquistaníes, y el anuncio de Irán sobre la prueba de un misil de alcance superior a la longitud del golfo Pérsico. En América Latina, la relación entre EE.UU. y Venezuela escaló tras ataques estadounidenses a embarcaciones vinculadas al narcotráfico y la advertencia de Trump sobre una posible intervención, mientras Maduro ofreció cooperación policial a los países vecinos y China se involucró en la disputa geopolítica. Europa, por su parte, alertó del aumento de actividad militar rusa en el Báltico, investigó drones detectados durante la visita de Zelenski a Irlanda y recibió la advertencia de Pedro Sánchez de que no será “vasalla” de ninguna potencia, en un contexto en el que el OIEA alertó del deterioro de la protección en Chernóbil tras un ataque con drones y Rusia denunció y repelió más de un centenar de drones ucranianos en su territorio.
