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8 de diciembre 2025

Critican a Michael Jordan por dejar la franquicia de la NBA

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“He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. 26 veces han confiado en mi para tomar el tiro que ganaba el juego y lo he fallado. He fracasado una y ota vez en mi vida y eso es por lo que tengo éxito”.

En esta frase célebre, Michael Jordan, para muchos el mejor jugador de básquetbol de todos los tiempos, sintetiza su carrera dentro de la cancha: caer, levantarse, secarse las lágrimas y finalmente, producto de la persistencia, ponerse de pie para triunfar.

Sin embargo, en las oficinas, la historia ha sido un poco distinta. Porque Jordan, el del 6-0 en Finales, el de los cinco MVPs, el hombre que cambió el básquetbol, impulsó el negocio de la NBA como nunca antes y vendió más zapatillas que ninguno – entre otras tantas cosas – decidió tirar la toalla como dueño de los Hornets. Después claroscuros en continuado, de decisiones polémicas y desacertadas, Jordan se rindió. Tiró la toalla y dijo basta.

En definitiva, haber sido el mejor de todos dentro de la cancha no es indicativo de que se puede ser el mejor fuera. Hay casos de éxito en la gerencia, por ejemplo Jerry West, creador del Showtime en los Lakers, pero también casos para el olvido como Isiah Thomas en los Knicks. Hay, en definitiva, un poco de todo.

Pero en materia de dueños, Michael Jordan es posiblemente, sin exagerar, el peor de toda la historia.

Hemos visto en ‘The Last Dance’ las constantes críticas de MJ a Jerry Krause como gerente general de los indestructibles Chicago Bulls de fines de los años noventa. El tiempo le jugó una mala pasada a Su Majestad, porque el destino, como ocurre a veces, le provocó un giro inesperado a esta historia.

Aquellos dardos punzantes en forma de palabras son los mismos que hoy se le vinieron en contra.

El primer problema que tuvo Jordan fue él mismo. Es difícil decirle cosas incómodas a alguien que es para muchos el Dios del básquetbol. Si vas en contra de lo que cree, en vez de verlo como una ayuda, como una advertencia, él lo ve como una traición. Muchos no se animan a hablar y cuando alguien tiene la osadía de enfrentarlo y señalarle errores, el Rey baja el pulgar. O piensas como él o te vas. Jordan fue, en los Charlotte Bobcats, Luis XIV en Europa: “El estado soy yo”. Y al igual que el legendario mandatario francés en Versalles, conocido como el Rey Sol, Jordan buscó brillar siempre él aunque la sombra la reciba el resto.

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