Una cancha deportiva en el estado de Chiapas, sirvió de escenario para la ceremonia que organizaron los migrantes en el marco del Día de Muertos.
Con velas en sus manos y entre oraciones, miles de migrantes que marchan en una caravana por el sur de México recordaron el pasado miércoles a más de medio centenar de extranjeros que han fallecido en los últimos seis meses en su tránsito por territorio mexicano.
Una cancha deportiva de la localidad sureña de Huixtla, en el estado de Chiapas, sirvió de escenario para la ceremonia que organizaron los migrantes en el marco del Día de Muertos para honrar a los muertos y recriminar al gobierno mexicano por las 40 víctimas de un incendio en marzo en un centro migratorio de Ciudad Juárez, al norte del país.
Aunque no mencionaron cifras consolidadas de fallecidos, recordaron a las diez mujeres cubanas que fallecieron hace un mes en un accidente automovilístico en la misma carretera por la que ahora transita la caravana de migrantes que partió a inicios de semana de la localidad de Tapachula, fronteriza con Guatemala.
Solo entre septiembre y octubre, han muerto más de una treintena de extranjeros en accidentes de tránsito en medio de una ola migratoria que ha alcanzado niveles históricos.
El martes una niña peruana de dos años murió en el estado sureño de Oaxaca al ser atropellada junto a sus padres venezolanos. Según un comunicado de la agencia migratoria, el padre se encuentra en estado crítico y la madre salió ilesa del accidente.
La familia no formaba parte de ninguna caravana, pero los pequeños grupos de migrantes que avanzan por su cuenta por el sur de México no han cesado. La ONG Médicos Sin Fronteras ha llegado a contabilizar recientemente hasta mil 400 personas caminando dispersas a lo largo de 250 kilómetros en un solo día.
