El fraude empresarial se disparó 40% y los gerentes o directores son el nuevo rostro del delito: desde uso de recursos, hasta robo o venta de secretos industriales.
El fraude y robo en las empresas, a manos de sus empleados, reporta una nueva oleada que amenaza alrededor de 70% de los negocios; cuyo impacto no solo genera pérdidas económicas, sino que limita la creación de empleo, los aumentos al salario y las nuevas contrataciones.
Fernando Calderón, director de MIDOT México, firma especializada en evaluaciones de integridad laboral, informó a Publimetro que dichos ilícitos registraron un aumento de 40% durante los últimos dos años.
Señaló que “solo una de cada tres” compañías cuenta con sistemas de combate a fraudes como políticas de medición de confianza, prevención de robos y partidas en su presupuesto dedicadas a minimizar el impacto de ilícitos.
Refirió que, al menos, 66% o 70% de las compañías es vulnerable a fraudes empresariales, robo hormiga de productos, insumos y equipo, así como la malversación de cuentas bancarias corporativas.
Ello implica que más de 2.9 millones de empresas y negocios existentes en el país, de un total de 4.4 millones reportados por el Inegi, están amenazados por el impacto laboral y económico de la problemática descrita.
El director de MIDOT señaló que las organizaciones pierden un promedio de 10% de sus ingresos anuales, debido a las prácticas descritas; aunque los estudios y encuestas indican que las mermas llegan hasta cuatro millones de pesos por evento.
“Si hablamos de las Miymes en específico, los fraudes ponen en riesgo la viabilidad del negocio y, muchas de ellas, se llegan a la quiebra” porque se compromete los equipos, maquinaria, insumos, clientes y flujo de dinero, subrayó el especialista.
Lo anterior, sin contar que los fraudes y robos comprometen hasta 40% de la productividad o eficiencia de las organizaciones, además de afectar su reputación, comprometer la cartera de clientes, las ventas y la competitividad frente al resto del mercado.