Los de Rotterdam vencieron al PSV en un partido lleno de goles y ya han levantado el primer título de la temporada.
Con un doblete y una asistencia, el mexicano Santiago Giménez se erigió como el hombre más importante del Feyenoord para derrotar en la Supercopa de Holanda al PSV Eindhoven, que cayó en los penaltis tras un empate (4-4) con el que cerró una racha triunfal de tres títulos consecutivos entre 2021 y 2023.
Se terminó la malaria
Giménez se reencontró con el gol después de casi tres meses de sequía. No marcaba desde el pasado 5 de mayo, cuando celebró un doblete en la Eredivisie frente al Zwolle. Después, cayó lesionado para las dos últimas jornadas de la Liga neerlandesa, no pudo marcar en los dos amistosos que disputó México frente a Uruguay y Brasil y tampoco en el único duelo veraniego en el que ha participado con su club ante el Benfica.
Aunque sólo acertó desde el punto de penalti, el 1-1 a la media hora para responder al tanto inicial de Noa Lang, y el 2-3, también desde los once metros para desempatar el choque, fue clave con una asistencia con la que Bart Nieuwkoop hizo el 1-2.
En el otro lado, el PSV, campeón de Liga la pasada temporada, se resistió a perder gracias a la insistencia de Luuk de Jong, que firmó el 2-2 y el 4-4, el último sobre la bocina, también de penalti, y que provocó que la Supercopa de Holanda, sin prórroga, se resolviera desde los once metros.
En ellos, el Feyenoord estuvo mucho más acertado, transformó sus cuatro lanzamientos (Lutsarel Geertruida, Ayase Ueda, David Hancko y Luka Ivanusec) y el PSV, con los errores de Johan Bakayoko y de Malik Tillman, cedió su cetro para que el conjunto dirigido por Brian Priske levantara su sexto título de la historia seis años después del último que consiguió en 2018.
