A partir de este viernes, el gobierno cubano reducirá el peso del pan subsidiado que se entrega a través de la cartilla de racionamiento, debido a la escasez de harina de trigo en el país. El pan pasará a pesar 60 gramos, una disminución de 20 gramos respecto al peso actual. Esta medida se toma con el objetivo de mantener la oferta de pan en medio de la crisis de suministros, mientras la isla enfrenta una “situación circunstancial” que afecta su disponibilidad de insumos.
El ajuste en el tamaño del pan no es una novedad para Cuba, que ha experimentado crisis similares en el pasado relacionadas con el desabastecimiento de harina de trigo, un producto que el país ha tenido que importar en los últimos años. A principios de 2024, el gobierno ya había advertido sobre la dificultad de garantizar el suministro de pan subvencionado para marzo debido a estos problemas.
El Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) explicó que la reducción del peso del pan también implica una disminución en su precio, que pasará de un peso cubano (0.008 dólares al cambio oficial) a 75 centavos. Esta medida es parte del esfuerzo por mantener la estabilidad en la oferta de la canasta básica, el paquete de alimentos subvencionados que cada cubano recibe a través de la cartilla de racionamiento.
El país enfrenta una profunda crisis económica exacerbada por la baja recuperación del sector turístico, las secuelas de la pandemia, y las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, las cuales han afectado gravemente la capacidad de Cuba para financiar la importación de harina. Según datos de la ONU, Cuba gasta aproximadamente 2 mil millones de dólares al año en la importación del 80% de los alimentos que consume, siendo la harina de trigo una de las principales necesidades.
