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🌟Lo que brilla es el exceso de confianza al volante: conductores que se inflan el pecho presumiendo ser unos “másters” del camino, como si la soberbia fuera cinturón de seguridad.
👃Lo que huele es cuando esa falsa pericia se mezcla con alcohol o sustancias, transformando la carretera en una ruleta rusa donde nadie pidió jugar.
🤢Lo que apesta son las consecuencias: tragedias irreparables que dejan agujeros negros en familias y en la ciudad. Pero claro, siempre es culpa de los demás… como si el auto se manejara solo con control remoto, en un juego macabro que jamás tiene ganadores.


