H. Cd. de Chihuahua.- El caso de Ann-Marie O’Gorman, madre de tres hijos en Irlanda, volvió a poner en alerta sobre los riesgos de usar dispositivos electrónicos en ambientes húmedos. La mujer, de 46 años, murió electrocutada mientras cargaba su celular en la bañera. El informe forense, presentado casi un año después del accidente, confirmó que la causa fue una descarga eléctrica provocada por el contacto del teléfono y el cable con el agua.
Según el testimonio de su esposo, al llegar a casa la encontró inconsciente en la bañera, con el celular y el cargador sumergidos. Aunque intentó reanimarla y pidió ayuda de emergencia, los esfuerzos médicos fueron inútiles. El peritaje reveló quemaduras eléctricas en el cuerpo y lesiones graves en la mano derecha.
Expertos advirtieron que incluso la corriente de un cargador de celular es suficiente para provocar la muerte, y pidieron campañas de prevención para concientizar sobre el peligro real de cargar dispositivos cerca del agua, una práctica que sigue siendo subestimada por muchos usuarios.
