
H. Cd de Chihuahua.- México vive un nuevo episodio inédito tras la primera elección popular de jueces federales celebrada en junio. Este martes, Adrián Guadalupe Aguirre Hernández, juez de distrito en materia penal en Jalisco, presentó su renuncia al cargo, convirtiéndose en el primer juzgador federal electo por voto ciudadano en dimitir.
Su solicitud fue enviada a la Mesa Directiva del Senado, que la turnó a la Comisión de Justicia, encargada de determinar si las causas de la dimisión son justificadas. En caso de que no lo sean, la negativa del Senado podría implicar responsabilidad civil o administrativa para el exfuncionario, según fuentes legislativas.
Aguirre había asumido el cargo el 1 de septiembre en el Centro de Justicia Penal de Puente Grande, zona donde se ubicaba la prisión de alta seguridad de la que escapó El Chapo Guzmán. El juez fue propuesto por el Poder Ejecutivo federal y obtuvo 36,084 votos, superando por más de seis mil sufragios a su contendiente Amalia Irandery Ortiz, quien, conforme a la reforma judicial, ocupará ahora su lugar.
Hasta el momento, no se conocen las razones de su renuncia. Aguirre eliminó sus redes sociales y no ha hecho declaraciones públicas. Durante su campaña, aseguró que su objetivo era “impartir justicia al pueblo y no a los privilegiados”, además de impulsar la transparencia y el acceso ciudadano a los tribunales.
Esta renuncia se suma a otros casos de inestabilidad en el nuevo sistema judicial electivo. En septiembre, la jueza Gabriela Pacheco Torres, también electa por voto popular, solicitó licencia apenas un día después de asumir el cargo, petición que fue rechazada por el Senado.
A nivel estatal, Durango vivió una situación similar cuando el juez electo Héctor Zaragoza Solís dejó el puesto por motivos de salud, lo que obligó a una reforma exprés para permitir la designación de un sustituto.
A dos meses de la toma de protesta, los tribunales renovados enfrentan una creciente presión pública. Videos virales muestran errores técnicos y fallas de criterio en algunas audiencias, lo que alimenta las dudas sobre la viabilidad del nuevo modelo.


