
La exdiputada local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Sandra Esther Vaca Cortés, quien enfrenta un proceso judicial en la Ciudad de México, ha sido buscada, luego de que un juez de amparo solicitara información precisa sobre su situación jurídica y la vigencia de la orden de aprehensión en su contra.
Vaca Cortés es señalada por su presunta participación en una red de reclutamiento de edecanes vinculada a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, conocido como “El Rey de la Basura”, quien actualmente se encuentra en prisión acusado de trata de personas.
El juez Érik Zabalgoitia Novales, titular del Juzgado Decimocuarto de Distrito en Materia Penal en la Ciudad de México, determinó que resulta indispensable conocer el estatus legal de la exlegisladora priísta antes de resolver la solicitud de amparo que ella presentó para evitar su detención. En un acuerdo publicado, Zabalgoitia Novales requirió al juez Interino Décimo Séptimo Penal de la Ciudad de México que, en un plazo de tres días, informe sobre el estado actual de la causa penal 35/2022 y si ha habido alguna modificación en la situación jurídica de Vaca Cortés.
La orden de captura contra la exdiputada fue emitida por el juez Interino Décimo Séptimo Penal en cumplimiento de lo dispuesto por un juez de amparo. La acusación que pesa sobre Vaca Cortés es por el delito de tentativa de trata de personas, en la modalidad de explotación sexual agravada contra dos personas, hechos que habrían ocurrido en abril de 2025.
Esta acción judicial se deriva de la averiguación previa FAE/A/T1/52/14-04 D1, la cual está registrada en la mencionada causa penal.
Ante la emisión de la orden de aprehensión, Sandra Esther Vaca Cortés promovió un amparo que fue admitido a trámite por el juez Zabalgoitia Novales, aunque hasta el momento no se ha pronunciado sobre la suspensión del acto reclamado. La resolución sobre la protección de la justicia federal dependerá de la información que aporte el juez penal sobre el avance y estado del proceso.
La figura de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre permanece en el centro de la investigación, ya que se le atribuye la dirección de la red de trata de personas en la que presuntamente participó Vaca Cortés. Gutiérrez de la Torre, exlíder priísta en la capital mexicana, se encuentra privado de la libertad por estos delitos.
Finalmente, se dio a conocer que el caso continúa bajo análisis judicial, y que se encuentra a la espera de que se esclarezca la situación jurídica de la exdiputada y se determine si procede la protección federal solicitada.
La red de prostitución que operaba en el interior del PRI capitalino bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre salió a la luz en abril de 2014, cuando una investigación periodística reveló el mecanismo de reclutamiento de mujeres jóvenes para prestar servicios sexuales al dirigente.
El caso, que involucró a figuras como Sandra Esther Vaca Cortés, quien más tarde se convertiría en diputada del PRI en el Congreso de la Ciudad de México, sigue generando repercusiones judiciales y políticas, con varios de los implicados actualmente prófugos de la justicia.
El reportaje, realizado por el equipo de Carmen Aristegui en Noticias MVS, permitió conocer el funcionamiento interno de la red gracias a la infiltración de una reportera en las oficinas del PRI del entonces Distrito Federal. De acuerdo con la investigación, el proceso de captación comenzaba con anuncios clasificados en medios como El Universal, donde se ofrecía empleo en una “oficina gubernamental” para mujeres de entre dieciocho y treinta y dos años, con sueldos que oscilaban entre ocho mil y catorce mil pesos mensuales.
El contacto inicial se realizaba a través de números telefónicos proporcionados en el anuncio, a nombre de Adriana Rodríguez. Las aspirantes acudían a la sede del PRI-DF en Puente de Alvarado, donde Rodríguez registraba datos personales, incluyendo talla y peso, ya que, según el testimonio recogido en el reportaje, “al líder priista no le gustan con sobrepeso”. La permanencia en el puesto dependía de mantener las características físicas exigidas; cualquier cambio podía significar el despido inmediato.
El reportaje también describía la existencia de un harem detrás de un par de cuartos cerrados, donde las nuevas integrantes eran presentadas a Sandra Vaca, identificada como “el principal enlace de Gutiérrez de la Torre”. Vaca, quien tenía su oficina entre la del dirigente y los cuartos, decidía quién tendría relaciones sexuales con el jefe.


